Graellsia, 52: 37-55 (1996)
SOBRE NEOASTEROLEPISMA WASMANNI (MONIEZ, 1894)
Y LA IDENTIDAD DE LEPISMA IBERICA STACH, 1930,
CON DESCRIPCIÓN DE DOS NUEVAS ESPECIES
IBÉRICAS DE NEOASTEROLEPISMA
(APTERYGOTA: ZYGENTOMA: LEPISMATIDAE)*
R. Molero-Baltanás1, C. Bach de Roca2 y M. Gaju-Ricart1
RESUMEN
En este trabajo se exponen las razones por las que Lepisma iberica sensu Stach,
1930, debe ser sinonimizada con Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894) ya que los
ejemplares de la especie descrita por Stach se corresponden en realidad con juveniles de
la de Moniez. Al mismo tiempo se describen dos nuevas especies del SO de la Península
Ibérica, Neoasterolepisma hesperica n. sp. y Neoasterolepisma delator n. sp., basadas en
formas que hasta la fecha se habían determinado como Lepisma iberica o
Neoasterolepisma iberica. Se discuten las diferencias de estas nuevas especies entre sí y
con otras especies próximas.
Palabras clave: Neoasterolepisma, Lepismatidae, Zygentoma, fauna ibérica, Lepisma
iberica, Neoasterolepisma wasmanni, Neoasterolepisma hesperica, Neoasterolepisma
delator, nueva sinonimia, nuevas especies.
ABSTRACT
On Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894) and the identity of Lepisma
iberica Stach, 1930, with a description of two new species of Neoasterolepisma
from the Iberian Peninsula (Apterygota: Zygentoma: Lepismatidae)*
Reasons why Lepisma iberica sensu Stach, 1930 must be treated as a synonym of
Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894) are discussed, emphasizing that the insects
described by Stach as a new species are, in fact, young specimens belonging to the species described by Moniez. At the same time, two new species found in the Southwestern
regions of the Iberian Peninsula are described: Neoasterolepisma hesperica sp. n. and N.
delator sp. n. These two taxa had been determined until now as Lepisma iberica or
Neoasterolepisma iberica; they are compared between themselves and with other similar Neoasterolepisma.
Key words: Neoasterolepisma, Lepismatidae, Zygentoma, Iberian fauna, Lepisma iberica, Neoasterolepisma wasmanni, Neoasterolepisma hesperica, Neoasterolepisma delator, new synonym, new species.
1 Departamento de Biología Animal (Zoología). Facultad de Ciencias. Universidad de Córdoba. E-14005. Córdoba. España.
2 Departamento de Biología Animal, Vegetal y Ecología. Facultad de Ciencias. Universidad Autónoma de Barcelona. E-08193.
Bellaterra, España.
* Trabajo financiado por “Fauna Ibérica III”, DGICYT PB92-0121 y por la UCO.
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MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
Introducción
Cuando Stach (1930) describió Lepisma iberica
a partir de ejemplares procedentes del Valle del
Ebro, en el NE de España (localidades: Flix y
Artesa de Segre), citaba y redescribía en la misma
zona a Lepisma wasmanni Moniez, 1894. En un
primer examen ambas especies resultaban muy
diferentes, sobre todo al observar la distinta forma
de las tibias posteriores de los machos, muy dilatadas en L. wasmanni y con un mínimo ensanchamiento ventral en L. iberica.
Wygodzinsky (1945), en su trabajo sobre
Lepismatidae de Portugal, cita Lepisma iberica en
este país (localidad: Cascais), precisando que
“muito se assemelha a espécie de Stach, exceçâo
feita de algumas divergências”. En cualquier caso,
hasta el momento se había seguido considerando
que la forma portuguesa se correspondía con
Lepisma iberica sensu Stach. Tras su inclusión en el
género Neoasterolepisma (Mendes, 1988) fue redescrita con mayor precisión. Tal descripción sí puede
considerarse válida, pero en ella no se designan neotipos, por disponer sólo de material portugués y del
SO de España, que geográficamente se encuentra
bastante alejado del Valle del Ebro donde se sitúan
las localidades tipo de Lepisma iberica (ver Fig. 92).
En dicha descripción, se sigue remitiendo, para
algunos caracteres clave, como las tibias posteriores, a la efectuada por Wygodzinsky (op. cit.).
Neoasterolepisma iberica vuelve a ser hallada
posteriormente en España, siempre en localidades
del SO pertenecientes a Andalucía Occidental y
Extremadura (Bach de Roca y Gaju-Ricart, 1987;
Gaju-Ricart y Bach de Roca, 1986; MoleroBaltanás et al., 1992, Molero-Baltanás et al., 1994).
Hemos comprobado que, en la mayoría de los
casos, estos ejemplares se correspondían exactamente (salvo excepciones) con la redescripción de
Mendes (1988). Se puede asegurar que los ejemplares del SO de España, donde la especie es abundante, concuerdan con los portugueses.
Recientemente se ha muestreado con bastante
detalle toda la geografía española y esta forma
“iberica” del SO peninsular no ha sido hallada en el
Valle del Ebro, lo que resulta extraño después de las
numerosas muestras tomadas en esta zona (más de
100, ver Fig. 92). Por otro lado, comprobamos que
las “divergências” anatómicas a las que se refiere
Wygodzinsky (1945), en relación al número de
caracteres que son auténticamente fiables en estas
descripciones (que son bastante limitadas, especialmente la original), son importantes sobre todo al
comparar los esquemas que las acompañan.
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Esta problemática nos conduce a la suposición
de que bajo una misma denominación específica se
han incluido entidades taxonómicas diferentes, es
decir, que Stach y Wygodzinsky basaron sus descripciones de Lepisma iberica en ejemplares pertenecientes a especies distintas. Para comprobarlo
hemos creido necesario un estudio profundo y comparado de todas las formas que se habían determinado como Neoasterolepisma iberica.
Los resultados que a continuación se exponen
consisten en:
a.- una serie de consideraciones nuevas sobre la
variabilidad de Neoasterolepisma wasmanni que
conducen a su sinonimia con Lepisma iberica
(sensu Stach).
b.- la descripción de dos nuevas especies basadas en ejemplares del cuadrante SO peninsular:
Neoasterolepisma hesperica n. sp. y N. delator n.
sp.
Material y Métodos
La metodología utilizada para el estudio de las
muestras de Zygentoma es la habitual para este
orden de insectos, realizándose la disección de los
ejemplares e incluyendo la totalidad de las piezas
exoesqueléticas en preparaciones microscópicas,
siendo el medio de montaje utilizado el líquido de
Tendeiro. En la descripción de las especies se han
utilizado varios índices o fórmulas relacionados
con las proporciones de diferentes partes del cuerpo. La explicación del significado de estas fórmulas aparece en la Tabla 1.
Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894)
Lepisma wasmanni Moniez, 1894. Rev. biol. Nord. France, 6: 213
= Lepisma skorikowi Escherich, 1905. Zoologica (Stuttgart),
43: 59, 145
= Lepisma iberica Stach, 1930. Abh. Senckenberg. Naturf.
Ges., 42(1): 44, n. sin.
= Asterolepisma wasmanni (Moniez): Mendes, 1978. Proc. I
Intern. semin. Apterygota (Siena): 92
= Neoasterolepisma wasmanni (Moniez): Mendes, 1988. Bolm.
Soc. port. Ent., s.2: 188
MATERIAL ESTUDIADO (Fig. 92): Se señalan con * las provincias
españolas donde la especie ha sido encontrada por primera vez:
*ALBACETE: Chinchilla de Monte-Aragón (Estación de
Chinchilla), 24-04-92, 1 +1 con Messor barbarus, Ref.
Z1256; Valdeganga (río Júcar), 29-04-92, 1 +1 con Messor
sp., Ref. Z1169.
*ALICANTE: Salinas, 14-04-92, 10
+7
con Messor
barbarus, Z1466.
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
39
Tabla I.— Índices morfométricos utilizados en la descripción (longitudes de terguitos y esternitos medidas siempre sobre la línea
media del cuerpo).
Table I.— Morphometric relations used in the description. Terguite and sternite lenght measured on the sagital line.
FÓRMULA
SIGNIFICADO
n/n-1[p.max.]
longitud del artejo distal/longitud del antedistal del palpo maxilar
l/a[p.max.]
longitud/anchura del artejo distal del palpo maxilar
l/a[p.lab.]
longitud/anchura del artejo distal del palpo labial
l/a[Prs]
longitud/anchura del prosterno
l/a[Ms]
longitud/anchura del mesosterno
l/a[Mt]
longitud/anchura del metasterno
d/a[Mt]
distancia entre los peines del metasterno/anchura de uno de los peines
b/h[ap.Mt]
base/altura de la zona subtriangular apical (bajo los peines) del metasterno
l/a[tIII]
longitud/anchura de la tibia III
l/a[tI/tIII]
longitud de la tibia I/longitud de la tibia III
l/a[urot. X]
longitud/anchura basal del uroterguito X
d/a[uroest.]
distancia entre los peines de uroesternito/anchura de un peine lateral
d/a.med.[uroest.]
distancia entre los peines de un uroesternito/anchura del peine mediano
l[eIX/picoxIX]
longitud del estilo IX/longitud del proceso interno del coxito correspondiente
l[pi/pe]coxIX
longitud del proceso interno del coxito IX/longitud del proceso externo correspondiente
l[par/picoxIX]
longitud del parámero/longitud del proceso interno del coxito IX
*BARCELONA: Els Prats del Rei (de Igualada a Calaf, cerca
de La Manresana dels Prats), 20-05-92, 2J con Messor structor,
Ref. Z1628; Monistrol de Montserrat, 21-05-92, 2J con Messor
barbarus, Ref. Z1577; Rubí, 30-06-89, 2
+2
+12J con
Tetramorium caespitum, Ref. Z1637.
*CASTELLÓN: Altura, 27-04-92, 2
+1 con Messor barbarus, Ref. Z1478.
*CIUDAD REAL: Alcázar de San Juan (río Cigüela, carretera
a Herencia), 13-05-92, 1 +3
+1J con Messor bouvieri,
Ref. Z1088.
CUENCA: Villar de Olalla (río Júcar), 13-05-92, 1 con Lasius
niger, Ref. Z1245.
*HUESCA: Albalate de Cinca, 26-06-92, 9
+8
con
Messor barbarus, Ref. Z1691; Candasnos (de Peñalba a
Candasnos, N-II, Km 404), 25-06-92, 6
+2
+3J con
Messor barbarus, Ref. Z1669; misma localidad y fecha,
3
+9
en otro nido de Messor barbarus, Ref. Z1688;
Loarre, 24-06-92, 4J con Camponotus aethiops, Ref. Z1749;
Loporzano (pasado Sipan), 09-07-92, 2
con Camponotus
cruentatus, Ref. Z1732; misma localidad y fecha, 1 +1J con
Messor structor, Ref. Z1787; Naval (de El Grado a Ainsa), 13-0792, 11
con Messor capitatus, Ref. Z1725; Siétamo (a 11 Km
de Huesca hacia Barbastro, cruce a Ola), 25-06-92, 1 con
Messor barbarus, Ref. Z1684; misma localidad y fecha,
1 +5
+3J en otro nido de Messor barbarus, Ref. Z1796;
Tamarite de Litera, 26-06-92, 3J con Camponotus sylvaticus, Ref.
Z1700; Torrente de Cinca (de Torrente a Mequinenza), 26-06-92,
2
con Messor barbarus, Ref. Z1709; misma localidad y
fecha, 3
+3
con Aphaenogaster gibbosa, Ref. Z1710.
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LÉRIDA: Agramunt (carretera a Tárrega), 20-05-92,
7
+8
+4J con Messor structor, Ref. Z1616; Alfarrás
(carretera a Tamarite de Litera), 26-06-92, 10
+9
+3J
con Messor capitatus, Ref. Z1589.
*LOGROÑO (LA RIOJA): Cervera del Río Alhama (500 m),
21-06-92, 1 con Messor bouvieri, Ref. Z1667; Murillo de Río
Leza (de Ausejo a Agoncillo, cruce a Arrúbal), 21-06-92,
1 con Aphaenogaster iberica, Ref. Z1784.
*MURCIA: Águilas (cabo Cope), 10-04-92, 2
+1 con
Messor bouvieri, Ref. Z1385; Jumilla (Fuente del Pino), 15-0492, 1 +1 +2J con Messor barbarus, Ref. Z1524; Pliego, 1504-92, 1 con Camponotus pilicornis, Ref. Z1494; Yecla (sierra
de Las Pansas), 14-04-92, 3J con Messor barbarus, Ref. Z2045.
*TARRAGONA: La Bisbal del Penedés (Can Gordey), 18-0592, 2
+2J con Messor barbarus, Ref. Z1492.
*TERUEL: Híjar (Desierto de Calanda), 27-06-92,
2
+1 con Aphaenogaster iberica, Ref. Z1712; La
Fresneda (de Valderrobres a Alcañiz), 24-05-92, 1 +6J con
Messor barbarus, Ref. Z2062; Teruel, 21-08-92,
5
+4
+3J con Messor structor, Ref. Z1754.
ZARAGOZA: Ariza (de Ariza a Bordalba), 20-06-92,
9
+8
+6J con Messor capitatus, Ref. Z1726; misma
localidad y fecha, 2
+2
+1J en otro nido de Messor
capitatus, Ref. Z1727, y 17
+12
+4J en un nido de
Messor bouvieri, Ref. Z1750; Belchite (santuario del Pueyo),
27-06-92, 1 +1J con Camponotus aethiops, Ref. Z1730;
misma localidad y fecha, 21
+14
con Messor capitatus, Ref. Z1792; Caspe (pasado Caspe hacia Alcañiz), 27-06-92,
1 con Messor barbarus, Ref. Z1746; Mequinenza, 26-06-92,
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40
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MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
3
+2
+1J con Messor barbarus, Ref. Z1744; Nuévalos
(Monasterio de Piedra), 27-06-92, 1 +2J con Messor sp., Ref.
Z1736; Pina de Ebro (La Retuerta; J. Blasco leg.), 12-10-90, 2J,
Ref. Z1771; Sástago (laguna de La Playa), 25-06-92,
2
+2
+2J con Messor bouvieri, Ref. Z1740; Zuera (a 7
Km de Villanueva de Gállego hacia Castejón), 24-06-92,
5
+10
con Messor barbarus, Ref. Z1655; Zuera (a 5
Km hacia Las Pedrosas), 24-06-92, 2
+2
con Messor
barbarus, Ref. Z1766.
mm ff
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f
mm ff
Esta especie fue descrita por Moniez (1894) a
partir de material procedente del Norte de África.
La breve descripción fue ampliada posteriormente
por Stach (1930), basándose en material procedente de España (Bajo Valle del Ebro). Posteriormente
se fueron encontrando individuos representantes de
esta especie en diversas zonas de la cuenca mediterránea, aunque siempre el número de ejemplares de
las muestras era escaso. Wygodzinsky (1942) apunta la existencia de una cierta variabilidad entre los
ejemplares de las distintas zonas y plantea la posibilidad de que puedan existir varias especies próximas. Esta variabilidad morfológica es estudiada
nuevamente por Mendes (1988), afectando principalmente a la forma y quetotaxia de las tibias posteriores en los machos. Igualmente sugiere que esta
variabilidad puede corresponderse con varios táxones diferentes, aunque los mantiene provisionalmente como uno solo, a la vista del escaso material
disponible de cada región.
En este trabajo se presentan nuevos datos que
aclaran la variabilidad de esta especie, gracias al
estudio de numerosos ejemplares (más de 340) procedentes de la mitad oriental de la Península. Se
demuestra que, al menos gran parte (si no toda) de
la variabilidad que anteriormente se suponía podría
corresponder a diferentes especies parecidas, distribuidas por distintas regiones de la cuenca mediterránea, responde en realidad a una variabilidad
individual; ésta se debe principalmente al dimorfismo sexual y al grado de desarrollo de los caracteres
sexuales secundarios. La mayor parte de las variantes morfológicas recogidas con anterioridad aparecen en material español, y a menudo varias de ellas
en una misma localidad; en este sentido, es de especial interés el estudio del desarrollo de las tibias
posteriores en los machos. Dicho estudio ha resultado además revelador de que las formas inmaduras
de N. wasmanni son idénticas a lo que Stach (1930)
describe como Lepisma iberica. Esta identidad
(nueva sinonimia, por tanto) se comprueba además
al analizar minuciosamente la descripción y los
esquemas del citado autor. N. iberica sensu Stach
queda por tanto invalidada, mientras que N. iberica
sensu Wygodzinsky, 1945, redescrita por Mendes
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(1988) y procedente de Portugal, es en realidad una
entidad taxonómica diferente, que no se extiende
hasta el valle del Ebro, sino que se limita al cuadrante suroccidental de la Península. Debe serle
adjudicado, por tanto, un nombre diferente y por
ello nosotros la denominamos Neoasterolepisma
hesperica n. sp. (que se describe más adelante).
Para aclarar estas cuestiones, se redescribe a continuación la especie N. wasmanni, a partir de los
numerosos ejemplares ibéricos hallados.
DESCRIPCIÓN: Longitud del cuerpo: máxima observada en los machos, 9,7 mm; máxima observada en
una hembra: 10,2 mm. Anchura del tórax: 3,15 mm,
máximo observado. Máxima longitud observada
del tórax: 4,2 mm. Las antenas, cuando están intactas, pueden ser algo más largas que la mitad de la
longitud del cuerpo. La máxima conservada ha sido
de 6,6 mm. Cercos comparativamente largos (en
relación a otras especies del género de tamaño similar); la máxima longitud conservada de estos apéndices ha sido de 2,15 mm. El paracerco (Fig. 32),
curvado hacia abajo en los machos adultos, es
igualmente de una longitud relativamente superior
a la de otros Neoasterolepisma, y puede alcanzar
2,4 mm.
Hay que decir que resulta difícil determinar
cuándo un macho o una hembra alcanzan la madurez sexual y pueden ser considerados como adultos,
puesto que en las hembras no existen caracteres
sexuales secundarios relevantes y en el macho el
crecimiento de éstos es progresivo. Así, cuando los
parámeros del macho están prácticamente desarrollados, el insecto puede aún no haber desarrollado
los caracteres adultos de la tibia, y el desarrollo de
éstos es gradual, no habiéndose podido determinar
en qué muda comienzan a aparecer, aunque sí se ha
probado que esto ocurre cuando los machos alcanzan una longitud comprendida entre 5 y 6 mm. Lo
mismo puede decirse de la reducción de las macroquetas urotergales de los grupos infralaterales.
La forma general del cuerpo es limuloide, algo
más fusiforme en las hembras y juveniles que en los
machos; en éstos destaca más el tórax de la base del
abdomen. Escamas dorsales amarillo-doradas o grisáceas, con tonalidades intermedias (gris amarillento) en muchos ejemplares vivos. La tonalidad gris
se hace parda en alcohol.
Cabeza con la quetotaxia cefálica típica.
Antenas provistas de los sensilios asteriformes
característicos del género. El sensiliograma de esta
especie fue recientemente descrito (Larink, 1986) y
coincide básicamente con los ejemplares incluidos
en este estudio. Hay que destacar que el número
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
Figs. 1-9.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894). 1)
Palpo maxilar. 2) Palpo labial. 3) Área tricobotrial anterior del
pronoto. 4) Área tricobotrial posterior del pronoto (ejemplar de
Teruel, Ref. Z1754). 5) Ídem, otro ejemplar de Mequinenza
(Ref. Z1744), para marcar la variabilidad de su contorno. 6)
Área tricobotrial anterior del mesonoto. 7) Área tricobotrial
anterior del metanoto. 8) Prosterno. 9) Mesosterno. Escala: 0,1
mm.
Figs. 1-9.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894). 1)
Maxillary palp. 2) Labial palp. 3) Anterior trichobothrial area
of the pronotum. 4) Posterior trichobothrial area of the pronotum (specimen from Teruel, Ref. Z1754). 5) Ídem, another specimen from Mequinenza (Ref. Z1744), showing the variability
of its shape. 6) Anterior trichobothrial area of the mesonotum.
7) Anterior trichobothrial area of the metanotum. 8)
Prosternum. 9) Mesosternum. Scale: 0,1 mm.
habitual de sensilios asteriformes en cada una de
las porciones periódicas del flagelo antenal (comprendidas entre la inserción de dos grupos de tricobotrios consecutivos) es de 7 (raramente 6 u 8).
Palpo maxilar casi sin pigmento; el penúltimo
artejo puede ser algo más corto que el último, como
ya se había comentado en descripciones anteriores
(Mendes, 1988), pero también puede ser algo más
largo (Fig. 1). El margen de variabilidad observado
en la relación n/n-1[p.max.] es de 0,85-1,1. La relación l/a[p.max.] tiene valores comprendidos entre
3,75 y 5,5. En los artejos segundo y tercero puede
haber algunas sedas fuertes en la zona distal formando una corona más o menos irregular. Algunos
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41
sensilios “bidigitados” pequeños aparecen en la
zona distal del último o de los últimos artejos.
Palpo labial típico, aproximadamente tan largo
como ancho o marcadamente ensanchado en su
margen interno (Fig. 2), lo que es más evidente en
los adultos grandes (l/a[p.lab.] = 0,5-1,05).
Presenta el número habitual de papilas y en torno a
ellas se sitúa un área glandular típica, moderadamente densa en la zona adyacente a la línea de 3
papilas.
Pronoto ligeramente cóncavo en su margen posterior, que presenta (2-5)+(2-5) sedas diminutas
insertas sobre pequeñas áreas de tegumento modificado (el número habitual es de 2 ó 3 pares). Áreas
tricobotriales abiertas, las anteriores de este noto
(Fig. 3) más cortas que las posteriores y normalmente con 6-8 espínulas. La forma de las posteriores es algo variable, pero no puede relacionarse con
diferencias taxonómicas. Suele ser relativamente
profunda y de lados casi paralelos (Fig. 4), aunque
nunca tan estrecha como en N. spectabilis
(Wygodzinsky, 1945) o N. crassipes (Escherich,
1905), o ancha y poco profunda, de lados divergentes (Fig. 5). Las de los machos suelen ser algo más
estrechas y profundas por término medio y el
número de espínulas oscila entre 6 y 14, aunque
estos valores extremos son poco habituales.
Mesonoto con las áreas tricobotriales anteriores
abiertas, similares a las del pronoto aunque algo
más anchas y cortas (Fig. 6). Áreas tricobotriales
posteriores cerradas, con 5-8 espínulas. Se observan casi siempre (1-3)+(1-3) sedas diminutas en el
borde posterior. Estas pueden faltar en el metanoto,
pero es más frecuente que haya 1 ó 2 pares. El
borde posterior es profundamente cóncavo en este
noto, y las áreas tricobotriales (Fig. 7) son similares
a las del mesonoto.
Prosterno de forma acorazonada, aproximadamente tan largo como ancho pero algo variable
(l/a[Prs] = 0,91-1,05), con una constricción antedistal cercana a los 2/5-1/3 distales del borde lateral,
con 1+1 peines mal definidos en la parte anterior a
esta constricción y 1+1 grupos de macroquetas con
disposición oblicua (casi vertical) e irregular. El
ángulo apical de este esternito es bastante agudo
(Fig. 8). El mesosterno (Fig. 9) es algo más alargado (l/a[Ms] = 1,06-1,15) y posee 1+1 peines antedistales de 6-10 macroquetas cada uno. El metasterno es nítidamente más ancho que largo (l/a[Mt]
= 0,7-0,8, excepcionalmente mayor) e igualmente
posee 1+1 peines antedistales o casi distales, ya que
la distancia al borde posterior se ve bastante reducida a menudo, aunque este carácter es un poco
variable. Cada uno de estos peines posee 8-12
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42
MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
Figs. 10-12.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
10) Metasterno (ejemplar de Teruel, Ref. Z1754). 11) Ídem, de
otro especimen de Pina de Ebro, Ref. Z0573, mostrando la
variabilidad de la extensión de su zona apical. 12) Metasterno
de L. iberica (Stach, 1930), redibujado de su descripción original. Escala:0,1 mm.
Figs. 10-12.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
10) Metasternum (specimen from Teruel, Ref. Z1754). 11) The
same sternite of another specimen from Pina de Ebro, Ref.
Z0573, showing the variability of the size of its apical part. 12)
Metasternum of L. iberica (Stach, 1930), drawn from its original description. Scale:0,1 mm.
macroquetas y d/a[Mt] = 0,12-0,7. Conviene precisar la forma del área distal comprendida entre los
peines y el vértice apical; el contorno de esta área
apical es siempre redondeado (Figs. 10 y 11), aunque la proximidad de los peines al borde pueda
hacer parecer que es recto. La forma “truncada” del
ápice del metasterno en N. wasmanni nunca es tan
marcada como la de N. hesperica n. sp., donde la
zona apical es recta (ver Figs. 41 y 43).
Cuantificando esta diferencia, hay que decir que en
N. wasmanni la relación b/h[ap.Mt] es de 3,5 a 5,5.
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Las patas posteriores de los machos son muy
características cuando éstos son completamente
adultos, al presentar una dilatación subtriangular
cerca de la zona media del borde ventral de la tibia,
de forma que el contorno de la mitad distal de dicho
borde es algo cóncavo (Fig. 17). La dilatación puede
cubrir casi 3/4 del borde ventral (siempre queda una
pequeña zona distal no dilatada y, a veces, una breve
zona cercana al fémur). Sobre ella se implantan
numerosas sedas ciliares finas y otras algo más
gruesas y rectas (aunque más finas que una seda
normal de la tibia). Existe además una hilera de
macroquetas (no bífidas) que se dirige desde el
ángulo posterodorsal de la tibia hasta la zona media
de ésta, por encima de la dilatación. La zona dorsal
y el tercio distal de la tibia están cubiertos por sedas
típicas, como las que cubren por completo este artejo en las hembras. Cuando la zona dilatada alcanza
su completo desarrollo, la relación l/a[tIII] en el
macho suele ser algo mayor de 2. Por el contrario,
en los individuos jóvenes y en las hembras es de
lados subparalelos y dicha relación l/a[tIII] es 3,34,5. La relación l[tI/tIII] es 0,69-0,77.
Ahora bien, asociado a este carácter sexual secundario existe un margen de variabilidad importante,
debido a que el desarrollo del mismo es gradual
(Figs. 13-17). Las posibles variantes descritas, esquematizadas en trabajos anteriores como el de Mendes
(1988), quedarían dentro de esta variabilidad intraespecífica observada en ejemplares de una misma zona.
Únicamente podrían tratarse con cierta reserva los
caracteres de las tibias de los N. wasmanni procedentes de Marruecos, en los que la inserción de las sedas
ciliares es algo distinta a lo observado en el conjunto
de los especímenes ibéricos, pero esta diferencia no
es muy marcada al compararlos con aquellos cuya
tibia se encuentra en un estadio de desarrollo incipiente.
Al no haber sido posible realizar el seguimiento
del desarrollo progresivo de este carácter en las
tibias de un macho determinado (debido a las dificultades que plantea su prolongado mantenimiento
en un cultivo de laboratorio) y con ello precisar en
qué muda aparecen esos caracteres, se ha recurrido
al análisis de los numerosos individuos en diferentes estadios de su desarrollo (Figs. 13-17) que, en
ocasiones, se encontraban en un mismo hormiguero. Varias de las muestras analizadas correspondían,
además, a localidades del Bajo Valle del Ebro próximas a la zona donde se describió L. iberica y se
redescribió N. wasmanni. Cuando los parámeros
han alcanzado un tamaño que se puede considerar
próximo al máximo (1/2 de la longitud del coxito
IX), la tibia aún no ha desarrollado la dilatación ni
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
Figs. 13-18.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
Desarrollo de la forma y quetotaxia especializada de la tibia III
del macho. Especímenes seleccionados de una misma muestra
(Ref. Z1616). 13) Ejemplar juvenil, de 4,8 mm de longitud. 14)
Espécimen de 5,3 mm, con algunas sedas ciliares. 15) Ejemplar
de 6,7 mm, en el que la dilatación ventral es evidente. 16)
Macho de 7,25 mm. 17) Macho de 8 mm (en algunos de 9 mm
el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios es aún
mayor). 18) Pata III de Lepisma iberica (Stach, 1930) redibujado de su descripción original; comparar con las Figs. 14 y 15.
Escala: 0,1 mm.
Figs. 13-18.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
Development of the specialized shape and chaetotaxy of the
tibia III of the male. Specimens selected from the same sample
(Ref. Z1616). 13) Young specimen, 4,8 mm long. 14) Specimen
with a length of 5,3 mm, with some ciliar setae. 15) Specimen
of 6,7 mm, with an evident ventral expansion. 16) Male of 7,25
mm. 17) Male of 8 mm (in some males with 9 mm the development of these secondary sexual features is even greater). 18)
Tibia III of Lepisma iberica (Stach, 1930), drawn from its original description; compare with Figs. 14 and 15. Scale: 0,1
mm.
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43
la quetotaxia característica. Esto sucede cuando el
insecto alcanza 5-5,5 mm de longitud. A partir de
este tamaño (desconocemos el estadio exacto del
desarrollo postembrionario a que correspondería),
va apareciendo un grupo, al principio poco numeroso, de sedas ciliares; puede aparecer simultáneamente una leve dilatación ventral aunque al principio ésta es apenas perceptible y el borde de la tibia
se mantiene convexo.
Uroterguito I (Fig. 19) con 1+1 grupos infralaterales de 2+2 macroquetas ligeramente separadas
(que pueden interpretarse como 1+1 macroquetas
infralaterales y 1+1 laterales), acompañadas de
algunas sedas más finas. También existen 1+1 submedianas de pequeño tamaño.
Uroterguitos II-VIII con 1+1 grupos infralaterales, 1+1 macroquetas laterales, 1+1 sublaterales y
1+1 submedianas. En ocasiones la macroqueta
interna del grupo infralateral se desdobla y existen
1+1 macroquetas supernumerarias que quedan algo
separadas de los grupos infralaterales correspondientes y pueden considerarse que no forman parte
de estos. En machos de pequeño tamaño y en la
mayoría de las hembras esta macroqueta de más no
existe. En estas condiciones, el grupo infralateral
está constituido por 2 macroquetas largas y fuertes
y una fina más externa (Fig. 20); a veces éstas están
acompañadas por diminutas sedas finas. Las
macroquetas no suelen superar en longitud a la
mitad del uroterguito correspondiente; la longitud
de las submedianas es 0,3-0,45 veces la del uroterguito, y acostumbran a ser más cortas y gruesas,
por término medio, en los machos (Fig. 21).
No se había descrito en esta especie un fenómeno muy común en los Neoasterolepisma como es la
reducción de las macroquetas del grupo infralateral, principalmente en los machos. La observación
del material disponible demuestra que ocurre también en N. wasmanni, y que esta reducción es tanto
más evidente cuanto mayor es el desarrollo de los
demás caracteres sexuales del macho. En los de
mayor tamaño, las macroquetas infralaterales pueden estar muy reducidas entre el uroterguito III y el
VIII, en mayor grado la interna que la externa,
mientras que la seda fina exterior no modifica su
tamaño. El grado de reducción puede ser alto, hasta
tener una longitud inferior a 1/10 de la del uroterguito, o incluso menores (Fig. 22). La quetotaxia
del uroterguito IX es similar a la del I, excepto en
la ausencia de macroquetas submedianas (Fig. 23).
Uroterguito X de forma variable, con el ápice
más estrecho y alargado en los machos, donde la
escotadura es estrecha. Pero tanto en la relación l/a
como en el estrechamiento de la zona apical y
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44
MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
Figs. 19- 25.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
19) Uroterguito I. 20) Uroterguito II de la hembra, mitad derecha. 21) Ídem, de un macho, con macroquetas submedianas
especialmente cortas. 22) Quetotaxia del borde posterior del
uroterguito IV (mitad izquierda), macho. 23) Uroterguito IX.
24) Uroterguito X (macho, ejemplar de Pina de Ebro, Ref.
Z0571). 25) Ídem, otro ejemplar de mayor tamaño, de Ariza
(Ref. Z1750). Escala: 0,1 mm.
Figs. 19- 25.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
19) Urotergite I. 20) Urotergite II of the female, right half. 21)
The same tergite of a male, with specially short submedian
macrochaetae. 22) Chaetotaxy of the posterior margin of the
urotergite IV (left half), male. 23) Urotergite IX. 24) Urotergite
X (male, specimen from Pina de Ebro, Ref. Z0571). 25) The
same tergite of a bigger specimen from Ariza (Ref. Z1750).
Scale: 0,1 mm.
grado de profundidad de la concavidad, existe una
sensible variabilidad (en la que igualmente quedarían recogidas todas las variantes de esta especie descritas hasta el momento). Cuando el uroterguito
está bien desarrollado, es claramente más largo que
ancho (Figs. 24 y 25); relación l/a[urot.X] = 1,05 1,25, aunque en ejemplares aún no completamente
adultos, ésta puede ser menor. En los juveniles, la
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Figs. 26-32.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
26) Uroesternito I. 27) Uroesternito II. 28) Uroesternito VI. 29)
Procesos del coxito IX, base del estilo y parámero. 30) Coxito
VIII, hembra. 31) Coxito IX de la hembra y estilo. 32)
Paracerco del macho. Escala: 0,1 mm.
Figs. 26-32.— Neoasterolepisma wasmanni (Moniez, 1894).
26) Urosternite I. 27) Urosternite II. 28) Urosternite VI. 29)
Process of IX coxite, stylet basis and paramerum. 30) Coxite
VIII, female. 31) Coxite IX and stylet of the female. 32)
Paracercus of the male. Scale: 0,1 mm.
forma del ápice se asemeja a la de las hembras: más
ancho y corto, con la concavidad no tan pronunciada.
Uroesternito I (Fig. 26) sin peine de macroquetas, aunque con un grupo de sedas finas insertas en
una pequeña expansión mediana de su borde posterior. Uroesternito II (Fig. 27) ligeramente convexo
posteriormente, con un peine mediano de macroquetas. Uroesternitos II-VIII (machos) ó II-VII
(hembras) con 1+1 peines laterales de 4-9 macroquetas y uno mediano que puede tener entre 14 y 23
macroquetas (Fig. 28). La distancia que separa
estos peines es, en los ejemplares adultos, menor
que la anchura del peine mediano (d/a.med.[uro-
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
est.] = 0,55-0,95) y generalmente no superior a la
anchura de un peine lateral, pero en los ejemplares
jóvenes, al ser el número de macroquetas menor,
estas relaciones pueden ser mayores, por lo que
sólo son útiles para los ejemplares adultos.
Coxito IX del macho (Fig. 29) con su proceso
interno 1,7-1,85 veces más largo que la anchura de
su base y 1,25-1,35 veces más largo que el proceso
externo; relación l[eIX/picoxIX] en torno a 2,1-2,2.
Los parámeros son de desarrollo precoz, llegando
como máximo a ser poco más largos que la mitad
de la longitud del coxito IX (relación
l[par./picoxIX] menor o igual que 0,55); presentan
un abultamiento interno cerca de su zona basal, y a
partir de aquí se van haciendo progresivamente más
delgados, siendo bastante recurvados hacia el lado
interno en su mitad distal, con una concavidad profunda en la que se sitúa el área glandular, que se
extiende hasta llegar a la zona apical, donde se
insertan varias sedas relativamente largas (Fig. 29).
Estas características permiten diferenciar a los
juveniles de N. wasmanni, en los que la tibia aún no
está modificada, de los machos adultos de N. curtiseta Mendes, 1988, en los que los parámeros son
mayores en relación al coxito IX, tanto comparados
con la longitud del coxito como a la anchura basal
de éste; además, en esta especie el grado de curvatura de la zona distal interna no suele ser tan pronunciado, y el ápice no está tan adelgazado.
En las hembras, el coxito VIII presenta dos peines en su lado interno, uno superior marginal, con
sedas agudas (no bífidas) y otro típico inferior
subapical con 3-5 macroquetas (Fig. 30); ambos
están separados por una longitud normalmente
igual o superior a su anchura. El proceso interno del
coxito IX es 3-4 veces más largo que su anchura en
la base (Fig. 31), siendo relativamente más largo en
los ejemplares de mayor tamaño; relación
l[pi/pe]coxIX = 1,95-2,3. Los estilos IX, mucho
más largos que los VIII, rebasan habitualmente el
ápice del coxito, pero en los ejemplares estudiados
la relación l[eIX/picoxIX] es bastante variable,
oscilando entre 1 y 1,4. El ovipositor, relativamente largo, suele sobrepasar el ápice de los estilos
(excepto en hembras jóvenes) y presenta 28-32
segmentos.
HÁBITAT: Especie bastante xerófila, abundante en
zonas semidesérticas como el Valle del Ebro o la
región murciano-almeriense. Parece mostrar cierta
preferencia por sustratos arcillosos, salinos o yesosos (sería la forma más marcadamente halófila y
gipsícola). Casi siempre se encuentra en terrenos
descubiertos, sin vegetación arbórea y con matorra-
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45
les dispersos. Sus preferencias por las hormigas del
género Messor, aunque evidentes, no se muestran
tan marcadas como en otras especies del género con
las que a menudo aparece asociada.
Frecuentemente se halla en buen número dentro de
un sólo hormiguero.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA: - En España (Fig. 92),
se extiende por casi toda la mitad oriental de la
Península desde Cataluña y Aragón hasta la costa
almeriense y la Hoya de Baza, penetrando hacia el
interior en las zonas más llanas o de menor altitud
sobre el nivel del mar, con pluviometría escasa de
régimen predominantemente mediterráneo. Con
anterioridad a este trabajo, se había citado en las
provincias de Tarragona Stach (1930), Baleares (la
cita de Handschin (1927) no ha podido ser confirmada en este trabajo), Zaragoza (Bach de Roca et
al., 1993), Granada, Cuenca y Lérida (MoleroBaltanás et al., 1994). Las numerosas citas que se
incluyen en este trabajo revelan su presencia en
otras provincias peninsulares, ayudando a concretar
la distribución de la especie en la zona de estudio.
Demuestran, además, que es más abundante en
nuestro país de lo que se suponía.
- General: Especie circunmediterránea, de difusión bastante amplia si se demuestra que toda la
variabilidad observada no puede atribuirse a la
existencia de varios táxones diferentes, como se
puede concluir a partir de la anterior descripción.
Se ha citado, además de en España, en Rumanía,
Turquía, Marruecos (de donde proceden las formas
más atípicas), Egipto, etc. Ha sido introducida en
Perú (Wygodzinsky, 1967).
Neoasterolepisma hesperica n. sp.
= Lepisma iberica (Stach): Wygodzinsky, 1945. Rev. brasil.
Biol., 5 (3): 426, (non Stach, 1930).
= Asterolepisma iberica (Stach): Mendes, 1978, Proc. I Intern.
Semin. Apterygota (Siena): 93. (sensu Wygodzinsky, 1945)
(non Stach, 1930).
= Neoasterolepisma iberica (Stach): Mendes, 1988, Bolm. soc.
port. Ent., s.2: 134-139. (sensu Wygodzinsky, 1945) (non
Stach, 1930) (pro parte).
MATERIAL ESTUDIADO (Fig. 92): En la relación de nuevo material estudiado, se incluye también la revisión de las citas de
publicaciones anteriores, en las que los ejemplares se determinaron como N. iberica: (a): Molero-Baltanás et al., 1994. Acta
Zool. Fennica, 195: 109; (b): Molero-Baltanás et al., 1992.
Zoologica Baetica, 3: 109.
MATERIAL TIPO: BADAJOZ: Zafra (sierra del Castellar), 31-0391, 1 (holotipo), 1 (alotipo), 3
+1 (paratipos), todos en
un hormiguero de Aphaenogaster senilis, Ref. Z0787.
m
f
mm f
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46
MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
Depositado en la Colección del Museo Nacional de Ciencias
Naturales de Madrid (Nº 12200).(a).
Otro material estudiado, depositado en la colección del
Dpto. de Biología Animal (Zoología) de la Universidad de
Córdoba, excepto el indicado con UAB (Dept. de Biología
Animal, Vegetal y Ecología. Universidad Autónoma de
Barcelona):
BADAJOZ: Jerez de los Caballeros, 29-03-92, 2
con
Aphaenogaster sp., Ref. Z0869; Usagre (N-432, Matanegra, sierra Almorchón), 05-03-89, 2
+2
con Aphaenogaster
senilis, Ref. Z0729, y 3
+1 en un hormiguero de la misma
especie, Ref. Z0733; Villanueva del Fresno (río Alcarrache), 2903-92, 2
con Aphaenogaster sp., Ref. Z0866.
CÁCERES: Cañaveral (N-630, junto al embalse de Alcántara,
cruce hacia Coria), 30-03-91, 2
+2
con Aphaenogaster
iberica, Ref. Z0752 (UAB); Serradilla (santuario de Monfragüe,
C-524, Km 82), 02-03-89, 2
con Aphaenogaster gibbosa,
Ref. Z0784.
HUELVA: Almonte (Matalascañas, a 1 Km hacia Mazagón,
dunas), 31-03-92, 1 +6
con Lasius niger, Ref. Z0979;
Almonte (de Almonte a El Rocío; eucaliptal y pinar), 31-03-92,
1 con Aphaenogaster senilis, Ref. Z1009; Alosno (de Alosno
a La Puebla de Guzmán), 28-03-92, 2
+1 con
Aphaenogaster iberica, Ref. Z0922; Ayamonte (Isla Canela), 2603-92, 3
+2
con Aphaenogaster senilis, Ref. Z0927;
Gibraleón, 26-03-92, 3
con Aphaenogaster senilis, Ref.
Z0917; Santa Bárbara de Casa (a 4 Km de Sta. Bárbara de Casa
hacia Paymogo), 28-03-92, 1 con Camponotus cruentatus y N.
curtiseta, Ref. Z2042.
SEVILLA: Coripe (río Guadalporcún, de Coripe a
Algodonales), 10-05-91, 3
+3
con Aphaenogaster senilis, Ref. Z0534 (b); Utrera (El Palmar de Troya), 25-03-92,
3
+5
+2J con Aphaenogaster senilis, Ref. Z0971.
ff
mm ff
mm f
mm
mm ff
mm
m ff
f
mm f
mm ff
mm
f
mm ff
mm ff
DESCRIPCIÓN: Longitud del cuerpo: la máxima
observada en los machos ha sido 6,5 mm (5,7 mm
en el holotipo) y 6 mm en las hembras (5,2 mm en
el alotipo). Los ejemplares de 4,5 mm pueden considerarse adultos. Se trata, pues, de una especie bastante pequeña, en la que los machos parecen alcanzar mayor tamaño, lo que no es habitual dentro del
género. Longitud del tórax: 2,4 como máximo (2,25
mm en el holotipo y 2,15 mm en el alotipo).
Anchura del tórax: 1,9 mm, máxima observada.
Longitud de las antenas: 2,5 mm, máxima conservada, aunque probablemente podían estar rotas en
su extremo; de todas formas, se estima que su longitud total no debe ser muy superior, es decir, que
alcanzarían como mucho la mitad de la longitud del
cuerpo. Filamentos terminales cortos. La máxima
longitud conservada de un cerco ha sido de 1 mm.
Todos estos datos corresponden a las muestras
halladas en España.
Cuerpo limuloide, con el tórax más ancho que la
base del abdomen. Pigmento epidérmico escaso en
la mayor parte del cuerpo, a veces con una ligera
tonalidad pardo-amarillenta. Sin embargo, las
regiones laterales de la cápsula cefálica suelen estar
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pigmentadas de color castaño o castaño-violáceo
más o menos intenso. Escamas redondeadas típicas,
en la cara dorsal de color gris plomizo, lo que otorga al insecto un aspecto muy oscuro en relación a
otros Neoasterolepisma peninsulares, aunque en
ocasiones la tonalidad general es gris plateada, lo
que puede suceder por pérdida de escamas.
Antenas pigmentadas en su base, con sensilios
asteriformes típicos, adoptando en las cadenas distales una disposición característica (Fig. 33), existiendo
un total de 5 sensilios en cada uno de los tramos de la
zona distal del flagelo comprendidos entre dos grupos de tricobotrios consecutivos. Este es el menor
número de sensilios por tramo de la cadena distal
dentro de las especies de la fauna ibérica; sólo en ocasiones aparece un sexto sensilio en la mitad distal del
tramo periódico, y entonces se parece a N. delator n.
sp., N. curtiseta, o a N. inexpectata Mendes et al.,
1993 (esta última, de la fauna canaria).
Palpo maxilar relativamente corto, con algunas
sedas más fuertes formando una corona subapical
en los artejos 2 y 3. Relaciones n/n-1[p.max.] y
l/a[p.max.] con valores de 1-1,2 y sólo 3-3,5, respectivamente (Fig. 34).
Artejo distal del palpo labial bastante ancho; su
longitud es siempre inferior a su anchura máxima
(relación l/a[p.lab.] = 0,8-0,92). Está provisto de
3+2 papilas típicas (Fig. 35), así como de una serie
de sensilios habituales (basicónicos, y 2 asteriformes de 2 brazos) en el lado externo. Por encima de
las papilas aparece un campo de sedas glandulares,
que presenta un desarrollo normal.
Pronoto (Fig. 36) con su borde posterior casi
recto, con una concavidad muy poco marcada; está
provisto de 4-5 pares de diminutas sedas insertas
sobre pequeñas áreas de tegumento modificado y
sin escamas. Áreas tricobotriales con abundantes
espínulas: las anteriores, con 9-15 y las posteriores,
con 8-14. Su forma es típica, siendo amplias las
anteriores y algo más angostas las posteriores, de
forma que sólo éstas son claramente más largas que
anchas. Las anteriores del mesonoto son tan
amplias como sus homólogas del pronoto, o un
poco más anchas (Fig. 37). Pueden presentar hasta
13 ó 14 espínulas dispuestas irregularmente en
varias filas. Las posteriores, cerradas, son pequeñas, redondeadas, con 3-6 espínulas (Fig. 38). Las
del metanoto son similares. En el borde posterior de
estos notos aparecen también sedas diminutas: 3
pares en el meso y 2 pares en el metanoto.
Prosterno claramente más corto que su anchura
en la base (relación l/a[Prs] = 0,7-0,8), lo que es
muy característico de esta especie. Sus proporciones son, no obstante, relativamente variables, desde
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
Figs. 33-40.— Neoasterolepisma hesperica n. sp. 33) Tramo
periódico formado por dos cadenas distales de la antena, donde
se representan los tricobotrios y el patrón de distribución típico de los sensilios asteriformes. 34) Palpo maxilar. 35) Palpo
labial. 36) Zona lateral y borde posterolateral del pronoto, mostrando áreas tricobotriales y sedas posteriores. 37) Área tricobotorial anterior del mesonoto. 38) Área tricobotrial posterior
del mesonoto. 39) Prosterno. 40) Mesosterno. Escala: 0,1 mm.
Figs. 33-40.— Neoasterolepisma hesperica n. sp. 33) Periodic
section of the antenna composed by two distal chains, where
the positions of trichobothria and the characteristic distribution
pattern of asteriform sensilla are indicated. 34) Maxillary palp.
35) Labial palp. 36) Lateral part and posterolateral margin of
the pronotum, showing the trichobothrial areas and the posterior setae. 37) Anterior trichobothrial area of mesonotum. 38)
Posterior trichobothrial area of the mesonotum. 39)
Prosternum. 40) Mesosternum. Scale: 0,1 mm.
las que presenta el dibujado por Mendes (1988)
hasta las que posee el de la Figura 39, correspondiente al holotipo, y comparativamente más largo.
Está provisto siempre de una constricción antedistal, 1+1 peines anteriores a la misma y 1+1 posteriores, cada uno con 3-5 sedas.
Mesosterno (Fig. 40) más corto que su anchura
en la base, pero no tan marcadamente como en el
caso del prosterno (relación l/a[Ms] = 0,83-0,9),
con 1+1 peines antedistales constituidos cada uno
por 5-8 sedas.
Metasterno (Fig. 41) mucho más corto que su
anchura en la base (relación l/a [Mt] cercana a 0,7
o incluso algo inferior), con 1+1 peines posteriores,
cada uno con 6-12 macroquetas. Relación d/a[Mt]
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oscilando entre 0,2 y 0,9, a menudo inferior a 0,5.
El borde posterior (apical) del metasterno es nítidamente truncado, casi recto (Fig. 43) o ligeramente
redondeado pero con un radio de curvatura muy
amplio (Fig. 42), de forma que los peines se sitúan
muy cerca del borde posterior del esternito. La relación b/h[ap.Mt] en dicha zona apical nunca es inferior a 5 y a veces puede ser mayor de 8. Esta característica es también muy típica de esta especie.
Tibias bastante cortas, raramente más de 3 veces
más largas que anchas (sólo las posteriores de la
hembra alcanzan a veces una relación l/a[tIII] próxima a 3,5). Tibias anteriores 2,6-3 veces más largas
que su diámetro máximo. Tibias posteriores de los
machos modificadas en forma y en quetotaxia (Figs.
44 y 45). Presentan una amplia dilatación ventral
convexa (que hace que la relación l/a[tIII] sea menor
que 3 en los ejemplares adultos y, en los casos de
mayor desarrollo de este carácter, sólo de 2,25).
Sobre la zona ventrolateral de la mitad distal de este
artejo se implanta un grupo de sedas ciliares largas
y en el borde ventral, una serie de sedas muy largas
y finas (de longitud cercana al diámetro de la tibia),
algunas más cortas, rectas o con el ápice curvado.
Desde el grupo de sedas ciliares hacia la zona media
dorsal de la tibia se dispone una serie oblicua de
sedas fuertes y puntiagudas que pueden formar una
fila definida (Fig. 45) o irregular, como en el holotipo (Fig. 44). El grado de dilatación de la tibia suele
ser menor en los ejemplares jóvenes. Las tibias en
las hembras (Fig.46) pueden estar algo dilatadas
ventralmente, aunque nunca de forma tan pronunciada como en los machos; son relativamente más
largas y carecen de quetotaxia especializada.
Uroterguito I con 2+2 macroquetas infralaterales y 1+1 submedianas (Fig. 47). Uroterguitos IIVIII con la quetotaxia típica del género. Los grupos infralaterales constituidos por 2 macroquetas
largas y fuertes y una seda fina más externa (Fig.
49); en el macho, a partir del uroterguito III (Fig.
48) y de forma más acusada en el IV y V, las
macroquetas fuertes están reducidas, pudiendo ser
más cortas que la seda externa (Figs. 50). La máxima longitud que alcanzan las macroquetas infralaterales es de alrededor de 2/3 de la del uroterguito
correspondiente. Sin embargo, en los machos pueden llegar a tener sólo 1/8 de dicha longitud. Las
submedianas son relativamente largas y, a excepción de las del uroterguito I, son al menos tan largas como la mitad de la longitud del uroterguito en
el que se insertan.
Uroterguito IX (Fig. 51) sólo con 2+2 macroquetas infralaterales (las internas más cortas que las
externas). Uroterguito X con el borde posterior
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48
MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
Figs. 41-44.— Neoasterolepisma hesperica n. sp. 41)
Metasterno, holotipo. 42) Ídem, detalle de la zona apical. 43)
La misma zona apical de un ejemplar de Alosno (Ref. Z0922).
44) Tibia III del macho (holotipo). Escala: 0,1 mm.
Figs. 41-44.— Neoasterolepisma hesperica sp. n. 41)
Metasternum, holotype. 42) The same, apical part at greater
magnification. 43) The same apical part from an Alosno specimen (Ref. Z0922). 44) Tibia III of the male (holotype). Scale:
0,1 mm.
fuertemente cóncavo (Fig. 52). Sin incluir la concavidad en la medición de su longitud, es más ancho
en su base que largo (relación l/a[urot.X] = 0,740,9). Si se mide la longitud desde el nivel de los ápices posterolaterales, su relación longitud/anchura
se aproxima e incluso alcanza el valor de 1.
Uroesternito I glabro o con 1-3 sedas diminutas
insertas sobre una pequeña dilatación posterior
(Fig. 53). Peines medianos de los uroesternitos con
5-16 macroquetas, los laterales generalmente con
3-6. Relación d/a.med.[uroest.] = 0,9-1,3) y
d/a[uroest.] = 2,2-3,8 (Fig. 54).
En el coxito IX de los machos (Fig. 55),
l/a[picoxIX] = 1,6-1,8 y l[pi/pe]coxIX = 1,5-1,7.
Los parámeros presentan un área glandular bien
definida, así como algunas sedas basales y apicales
(Fig. 56); en su máximo desarrollo, alcanzan o
incluso superan ligeramente en longitud la mitad de
la del proceso interno del coxito IX, que a su vez es
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Figs. 45-51.— Neoasterolepisma hesperica n. sp. 45) Tibia III
de un macho de Cañaveral (Ref. Z0752). 46) Tibia III de la
hembra alotipo. 47) Uroterguito I. 48) Uroterguito III, macho
(holotipo). 49) Uroterguito IV, hembra alotipo, mostrando un
grupo infralateral típico. 50) Uroterguito V del macho (holotipo). 51) Uroterguito IX. Escala: 0,1 mm.
Figs. 45-51.— Neoasterolepisma hesperica sp. n. 45) Tibia III
of a male from Cañaveral (Ref. Z0752). 46) Tibia III of the
female (alotype). 47) Urotergite I. 48) Urotergite III, male
(holotype). 49) Urotergite IV, female (alotype), showing a characteristic infralateral group. 50) Urotergite V of the male
(holotype). 51) Urotergite IX. Scale: 0,1 mm.
aproximadamente la mitad de largo que el estilo IX
(Fig. 55).
Coxito VIII de la hembra con un solo peine inferior, próximo a la inserción del estilo, que consta de
3-5 sedas (Fig. 57). En el coxito IX, l/a[picoxIX] =
2,4-2,9 y l[pi/pe]coxIX se acerca a 2; la relación
l[eIX/picoxIX] es de 1,2-1,6. El ovipositor puede
ser tan corto que no alcance el extremo de los procesos internos de los coxitos, pero puede ser un
poco más largo hasta rebasar ligeramente el extremo de los estilos IX; consta de 20-23 segmentos.
Gonapófisis VIII y IX como en las Figuras 58 y 59.
DERIVACIÓN DEL NOMBRE: Con significado de
“Occidental”, los griegos dieron el nombre de
Hesperia a Italia y después a Iberia. De esta forma,
el adjetivo hespérico se ha convertido en prácticamente sinónimo de ibérico. El Macizo Hespérico es
la denominación geológica del zócalo paleozoico
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
49
y en el SO de España. Ha sido localizada en las provincias de Cáceres, Badajoz, Huelva, Sevilla y
Cádiz. Existe una cita de N. iberica en la de
Córdoba (Mendes, 1980), pero podría tratarse de
N. delator n. sp. (lo que sólo puede ser comprobado si se vuelve a examinar este material, depositado ahora en la colección del British Museum de
Londres). Esta cita se marca con (1) en el mapa de
distribución de ambas especies y, sin tenerla en
cuenta, parece que N. hesperica n. sp. llega por el
Este hasta donde comienza a aparecer N. delator n.
sp. Con los datos disponibles, no es posible probar
que son mutuamente excluyentes (especies vicariantes), pero el hecho de que ambas muestren preferencias de hábitat similares sugiere que puede ser
así.
Neoasterolepisma delator n. sp.
Figs. 52-59.— Neoasterolepisma hesperica n. sp. 52)
Uroterguito X. 53) Zona media del borde posterior del uroesternito I. 54) Uroesternito V. 55) Uroesternito VIII y coxitos IX
del macho (holotipo), incluyendo estilos y parámeros. 56)
Detalle de un parámero. 57) Coxitos VIII y IX de la hembra
(alotipo), junto a ovipositor. 58) Segmentos apicales de la
gonapófisis VIII. 59) Ídem, gonapófisis IX. Escala: 0,1 mm.
Figs. 52-59.— Neoasterolepisma hesperica n. sp. 52)
Urotergite X. 53) Medial part of the posterior margin of the
urosternite I. 54) Urosternite V. 55) Urosternite VIII and IX
coxites of the holotype, including stylets, penis and paramera.
56) A paramerum detail. 57) Coxites VIII and IX of the female (alotype), and ovipositor. 58) Apical part of the gonapophysis VIII. 59) Apical part of gonapophysis IX. Scale: 0,1 mm.
= Neoasterolepisma iberica (Stach): Gaju-Ricart y Bach de
Roca, 1986. 2nd Intern. Semin. Apterygota: 31. (sensu
Wygodzinsky, 1945) (non Stach, 1930).
= Neoasterolepisma iberica (Stach): Bach de Roca y GajuRicart, 1987. Actas de la VIII Bienal de la RSEHN. Pamplona:
31-32 (sensu Wygodzinsky, 1945) (non Stach, 1930)
= Neoasterolepisma iberica (Stach): Molero-Baltanás, Bach de
Roca y Gaju-Ricart, 1992. Zool. baetica, 3: 109, (sensu
Wygodzinsky, 1945) (non Stach, 1930) pro parte
MATERIAL ESTUDIADO (Fig. 92): En la relación de nuevo material estudiado, se incluye también la revisión de las citas de
publicaciones anteriores, en las que los ejemplares se determinaron como N. iberica: (a): Bach de Roca y Gaju-Ricart (1987)
y Gaju-Ricart y Bach de Roca (1986); (b): Molero-Baltanás et
al. (1992).
MATERIAL TIPO: Hornachuelos (arroyo de las Cruces) 28-0483 (sin hormigas) Ref. Z0041 (a), 1 (holotipo) + 1 (alotipo) +
3
(paratipos). Depositados en la Colección del Museo
Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (Nº 12199).
m
ff
que constituye nuestra Península, especialmente en
su parte occidental. Por esta razón se da el nombre
de “hesperica” a esta especie, como significativo de
“más occidental” que Lepisma iberica Stach, 1930,
así como sinónimo de “iberica” y geográficamente
presente en el Macizo Hespérico.
HÁBITAT: Neoasterolepisma hesperica n. sp. es una
especie mirmecófila con unas preferencias muy
particulares: junto a N. delator n. sp., es la que
muestra mayor afinidad por los hormigueros de
Aphaenogaster. No es muy abundante, pero su frecuencia es mayor en áreas de matorral mediterráneo bien conservado, sobre suelos arenosos, pizarrosos o calcáreos.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA (Fig. 92): Presente en la
mitad S de Portugal (llega poco más al N de Lisboa)
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f
Otro material estudiado: En la colección del Dpto. de
Biología Animal (Zoología) de la Universidad de Córdoba,
excepto el señalado con UAB: Dpto de Biología Animal, Vegetal
y Ecología de la Universidad Autónoma de Barcelona y CZ:
Centro de Zoología de Instituto de Investigación Científica
Tropical de Lisboa.
BADAJOZ: Talarrubias (CC-413, Km 16), 06-06-91,
1 +2
con Aphaenogaster iberica, Ref. Z0795.
CÓRDOBA: Hornachuelos (arroyo de la Minilla) 18-10-82,
1 con Aphaenogaster senilis, Ref. Z0048 (a); Hornachuelos
(arroyo Cantariles), 19-11-83, 1 +1J con Messor barbarus, Ref.
Z0463 (b) (CZ); Hornachuelos (Navadurango) 29-04-82,
4
con Aphaenogaster subterranea, Ref. Z0033 (a); Lucena
(sierra de Aras), 30-03-89, 1 con Aphaenogaster iberica, Ref.
Z0392 (b).
CIUDAD REAL: Almodóvar del Campo (Retamar, de
Brazatortas a Puertollano), 12-09-91, 1 +1J con Aphaenogaster
gibbosa, Ref. Z1125 (UAB).
m ff
f
mm
m
m
f
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50
MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
ffcon
SEVILLA: Gilena (carretera hacia Estepa), 26-05-90, 2
Camponotus pillicornis y N. curtiseta, Ref. Z0484 (b).
DESCRIPCIÓN: Longitud del cuerpo.- Holotipo
(macho): 6 mm. Alotipo (hembra): 6,7 mm. Se
corresponden estas medidas con las máximas
dimensiones de todos los especímenes estudiados.
Anchura del tórax: 1,9 mm, máxima observada.
Longitud del tórax: 2,45 mm, máxima observada.
No se ha conservado ninguna antena con una longitud superior a 2 mm ni filamentos terminales
mayores de 0,8 mm, aunque en ambos casos es
probable que puedan alcanzar, cuando están intactas, longitudes ligeramente superiores a los citados
valores.
Cuerpo fusiforme, algo más limuloide en los
machos, con el tórax un poco más ancho que la
base del abdomen. Pigmento epidérmico ausente.
Escamas redondeadas, las de la parte dorsal de
color grisáceo o gris-amarillento (más claro que en
N. hesperica n. sp.), pardo claro en alcohol.
Sensilios asteriformes abundantes en las antenas; en cada tramo periódico de la cadena distal
existen normalmente 6 (Fig. 60).
Artejo distal del palpo maxilar alrededor de 4
veces más largo que ancho (se han medido valores
l/a[p.max.] comprendidos entre 3,3 y 4,8). Dicho
artejo distal es algo más largo que el antepenúltimo
(relación n/n-1[p.max.] = 1,1-1,25). En la parte distal de los artejos 2 y 3 se insertan algunas sedas un
poco más robustas que las restantes (Fig. 61).
Artejo distal del palpo labial (Fig. 62) siempre
más ancho que largo (en el holotipo, la relación
l/a[p.lab.] es de 0,8).
Borde posterior del pronoto casi recto, provisto
de 3 ó 4 pares de sedas minúsculas insertas sobre
pequeñas áreas desprovistas de escamas y con tegumento modificado (Fig. 63). Áreas tricobotriales
pequeñas, las anteriores más cortas que su anchura
cerca del borde del noto y con un número bajo de
espínulas (5-8). Las posteriores igualmente con
pocas espínulas (4-7, dispuestas en 2 filas irregulares), más estrechas que las anteriores. En el mesonoto se insertan 2-3 pares de sedas diminutas en el
borde posterior. Las áreas tricobotriales anteriores
son triangulares, parecidas a las anteriores del pronoto, y poseen un número similar de espínulas (Fig.
64). Son también semejantes las anteriores del
metanoto (Fig. 65). Las posteriores de meso y
metanoto (cerradas) son ovales, pequeñas, provistas
de 3-7 espínulas (Fig. 66). En el borde posterior del
metanoto suelen aparecer 2+2 sedas minúsculas.
La variabilidad de la relación l/a de los esternitos
torácicos es alta, especialmente en el caso de meso y
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Figs. 60-67.— Neoasterolepisma delator n. sp. 60) Tramo
periódico formado por dos cadenas distales de la antena, donde
se representan los tricobotrios y el patrón de distribución típico
de los sensilios asteriformes. 61) Palpo maxilar. 62) Artejo distal (y antedistal) del palpo labial. 63) Zona lateral y borde posterolateral del pronoto, mostrando áreas tricobotriales y sedas
posteriores. 64) Área tricobotrial anterior del mesonoto. 65)
Área tricobotrial anterior del metanoto. 66) Área tricobotrial
posterior del mesonoto. 67) Prosterno. Escala: 0,1 mm.
Figs. 60-67.— Neoasterolepisma delator n. sp. 60) Periodic
section of the antenna composed by two distal chains, where
the positions of trichobothria and the characteristic distribution
pattern of asteriform sensilla are indicated. 61) Maxillary palp.
62) Distal and antedistal articles of labial palp. 63) Lateral part
and posterolateral margin of the pronotum, showing trichobothrial areas and posterior setae. 64) Anterior trichobothrial
area of the mesonotum. 65) Anterior trichobothrial area of the
metanotum. 66) Posterior trichobothrial area of the mesonotum. 67) Prosternum. Scale: 0,1 mm.
metasterno. El prosterno, cordiforme y con una ligera constricción en sus bordes laterales, es aproximadamente tan ancho como largo, o ligeramente más
corto (Fig. 67) y está provisto de 2+2 peines, cada
uno con 2-6 sedas. En el mesosterno, la relación
l/a[Ms] varía entre 0,95 y 1,15 (Figs. 68 y 69); existe
siempre un par de peines antedistales de 4-6 sedas. El
metasterno es siempre más ancho que largo, pero su
relación l/a[Mt] puede ser desde cercana a 0,9 (holotipo, Fig. 70) hasta inferior a 0,75 (Fig. 71). El ápice
de este esternito es de contorno redondeado, aunque
tendiendo a truncado, de tal forma que la relación
b/h[ap.Mt] alcanza valores altos (3,8-5,4), aunque
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
normalmente no tanto como los que alcanza N. hesperica n. sp. En las Figuras 72 y 73 se representan dos
áreas apicales de dos especímenes, que ofrecen una
idea del margen de variabilidad existente en esta
característica. Los 1+1 peines del metasterno están
provistos de 6-8 macroquetas. La distancia que los
separa es inferior a la anchura de uno de ellos, pero
mayor que 1/2 de la anchura de un peine (relación
d/a[Mt] = 0,6-0,9 en los ejemplares estudiados).
Las patas posteriores presentan dimorfismo
sexual, que no afecta tanto a la forma de las tibias
como a su quetotaxia. La relación l/a[tIII] es de
aproximadamente 3 (así ocurre en el holotipo, Fig.
74), aunque puede ser algo más estilizada, sobre
todo en ejemplares jóvenes, donde tiene valores
próximos a 3,5. En las hembras la tibia III puede
estar también ligeramente abombada, pero de
forma menos acusada (Fig. 75); se pueden medir
generalmente relaciones l/a[tIII] superiores (3,6 en
el alotipo, y entre 3,2 y 3,8 en el resto de hembras
adultas examinadas). La quetotaxia modificada del
macho está constituida básicamente por una hilera
de macroquetas hialinas y fuertes que, insertas en la
zona anterolateral de la tibia, forman una línea oblicua que se extiende desde el centro del artejo hasta
su parte anteroventral. Las sedas más basales de
esta serie son rectas y puntiagudas, pero las más
distales presentan su extremo curvado en gancho.
Por debajo de esta línea oblicua de macroquetas
pueden aparecer, en número relativamente escaso,
unas sedas similares a las del resto de la tibia pero
igualmente curvadas en su ápice. No se trata, sin
embargo, de sedas ciliares como las que aparecen
en N. hesperica n. sp. En el borde anteroventral de
la tibia aparecen 3-6 macroquetas típicas, ligeramente bífidas en su ápice (Fig. 74).
La relación l/a de las tibias I no es inferior a la
de las tibias III (l/a[tI] = 2,8-3,4); además, la relación l[tI/tIII] es de 0,7-0,8.
Uroterguito I con 1+1 grupos infralaterales de 2
macroquetas y 1+1 submedianas relativamente cortas y delicadas. Uroterguitos II-VIII con la quetotaxia típica del género: 1+1 grupos infralaterales, 1+1
macroquetas laterales, 1+1 sublaterales y 1+1 submedianas (Figs. 77 y 79). Los grupos infralaterales
están constituidos por 2 macroquetas largas y fuertes y una fina más externa (Fig. 80). Excepto en el
uroterguito II (Fig. 76), la macroqueta más interna
es algo más corta que la externa. Uroterguito IX
con sólo 2+2 macroquetas infralaterales (Fig. 81).
En los machos, especialmente en los adultos, se
aprecia una fuerte reducción en la longitud de las
dos macroquetas infralaterales, pudiendo la más
interna (más corta) tener en el uroterguito IV sólo
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51
Figs. 68-74.— Neoasterolepisma delator n. sp. 68)
Mesosterno, holotipo. 69) Ídem, de un ejemplar de Córdoba
(Ref. Z0041) mostrando la variabilidad de la forma de este
esternito. 70) Metasterno, holotipo. 71) Metasterno, del mismo
ejemplar de la Fig. 69, mostrando una variabilidad similar en
su forma a la del mesosterno. 72) Zona apical del metasterno,
holotipo. 73) Ídem, en un ejemplar de Lucena (Ref. Z0392).
74) Tibia III del macho (holotipo). Escala: 0,1 mm.
Figs. 68-74.— Neoasterolepisma delator n. sp. 68)
Mesosternum, holotype. 69) The same sternite, of a specimen
from Córdoba (Ref. Z0041) showing the variability in the
shape of this sternite. 70) Metasternum, holotype. 71)
Metasternum of the same specimen indicated in Fig. 69, showing a similar variability in the shape of this sternite. 72)
Apical part of the metasternum, holotype. 73) Idem, from a
Lucena specimen (Ref. Z0392). 74) Tibia III of the male
(holotype). Scale: 0,1 mm.
1/13-1/15 de la longitud del uroterguito (Fig. 77).
En el V y posteriores, el tamaño de estas macroquetas, aunque reducido, no lo es de forma tan acusada (Fig. 78). La longitud de las macroquetas submedianas oscila entre 1/3 y 1/2 de la longitud del
uroterguito correspondiente.
Uroterguito X más corto que su anchura en la
base (relación l/a[urot.X] = 0,75-0,81), con una
concavidad más o menos marcada en su borde posterior (Fig. 82).
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52
MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
Coxito VIII de las hembras con 2 peines, uno
superior marginal con 2-4 sedas fuertes y puntiagudas, y otro inferior cercano al estilo, con 3-4 macroquetas bífidas cortas (Figs. 87 y 88). En las hembras, las relaciones l/a[picoxIX] y l[pi/pe]coxIX
tienen valores de 2,65-3 y de algo más de 2, respectivamente (Fig. 89). La relación l[eIX/picoxIX]
de 1,35-1,5. El ovipositor consta de 19-22 segmentos. El extremo de las gonapófisis se representa en
las Figuras 90 y 91.
Figs. 75-82.— Neoasterolepisma delator n. sp. 75) Forma de la
tibia III de la hembra (alotipo). 76) Grupo infralateral del uroterguito II. 77) Mitad izquierda del borde posterior del uroterguito IV, macho holotipo. 78) Grupo infralateral del uroterguito VI, macho holotipo. 79) Mitad derecha del uroterguito IV,
hembra alotipo. 80) Grupo infralateral del uroterguito VI de la
hembra (alotipo). 81) Uroterguito IX. 82) Uroterguito X.
Escala: 0,1 mm.
Figs. 75-82.— Neoasterolepisma delator n. sp. 75) Shape of
tibia III, female (alotype). 76) Infralateral group of urotergite
II. 77) Left half of the posterior margin of urotergite IV, holotype. 78) Infralateral group of urotergite VI, holotype. 79) Right
half of the urotergite IV, female (alotype). 80) Infralateral
group of urotergite VI of the female (alotype). 81) Urotergite
IX. 82) Urotergite X. Scale: 0,1 mm.
Uroesternito I sin ninguna seda o con 1-2 diminutas insertas sobre una pequeña dilatación posterior. Uroesternitos II-VII (hembras) o bien II-VIII
(machos) con un peine mediano de 6-13 sedas, y
(excepto en el II) con 1+1 peines laterales con 3-5
sedas cada uno (Fig. 83). Relaciones d/a.med.[uroest.] y d/a [uroest.] oscilando entre 0,83 y 1,6 la primera, y entre 2,3 y 3,8 la segunda.
En el coxito IX de los machos, l/a[picoxIX] =
1,2-1,5, l[pi/pe]coxIX = 1,3-1,7, l[eIX/picoxIX] = 2,
aproximadamente y l[par./picoxIX] = 0,3-0,5 (Fig.
84). Los parámeros, de desarrollo medio, presentan
una zona glandular no muy desarrollada, varias
sedas basales y algunas apicales. Son subcilíndricos
y no están apenas curvados en su mitad distal, que es
más delicada que la basal, aunque su forma y grado
de abultamiento es algo variable (Figs. 85 y 86).
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DERIVACIÓN DEL NOMBRE: Neoasterolepisma delator n. sp. recibe su nombre específico por ser éste
sinónimo latino de un nombre vulgar que reciben a
veces ésa y otras especies del género en la provincia de Córdoba (donde se ha encontrado por primera vez la nueva especie). Dicho nombre vulgar es
“chivatillo”; llaman así a estos mirmecófilos aquellas personas que buscan sexuados de Messor y
Aphaenogaster (denominados “alúas” en la zona)
para usarlos como cebo en la caza ilegal de aves
insectívoras mediante trampas (“costillas”). La
denominación “chivatillo” procede de la creencia
de que estos Zygentoma, que aparecen con frecuencia en los hormigueros, cuando corren a esconderse en sus galerías, avisan a las hormigas “alúas”
del peligro, denunciando la presencia de los cazadores. Esta especie está dedicada a José Carlos
Ariza y a otras personas del Departamento de
Biología Animal que nos han sugerido esta denominación para la nueva especie.
HÁBITAT: Encontrada con varias hormigas distintas,
pero principalmente con las del género
Aphaenogaster. Se trata de una especie poco frecuente, localizable en zonas cálidas y pedregosas,
con matorral mediterráneo más o menos conservado, con o sin estrato arbóreo.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA (Fig. 92): Esta nueva
especie parece encontrarse únicamente en el
Centro-Sur de la Península, al E de la distribución
de N. hesperica n. sp. No está probado que estas
dos especies superpongan su distribución; parece
más bien que N. delator n. sp. sustituye a la especie
occidental a partir de una línea imaginaria que
podría pasar un poco al oeste de los límites provinciales Badajoz-Ciudad Real y Sevilla-Córdoba. No
puede descartarse que la distribución real sea
mucho más amplia que la que sugieren los puntos
indicados en el mapa de la Figura 92. Quedaría por
confirmar si los N. iberica citados por Mendes
(1980) en la provincia de Córdoba corresponden o
no a esta especie. Estos ejemplares se encuentran
depositados en el British Museum y fueron tenidos
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
Figs. 83-91.— Neoasterolepisma delator n. sp. 83)
Uroesternito V. 84) Coxito IX, parámero y estilo, holotipo. 85)
Detalle de un parámero del holotipo. 86) Ídem, ejemplar de
Talarrubias (Ref. Z0795). 87) Coxito VIII de la hembra alotipo. 88) Ídem, de un paratipo (Ref. Z0041). 89) Coxito IX, alotipo. 90) Segmentos apicales de las gonapófisis VIII. 91) Ídem,
gonapófisis IX. Escala: 0,1 mm.
Figs. 83-91.— Neoasterolepisma delator n. sp. 83) Urosternite
V. 84) Coxite IX, paramerum and stylet, holotype. 85) A paramerum of the holotype. 86) Idem, from a Talarrubias specimen
(Ref. Z0795). 87) Coxite VIII of the female (alotype). 88) The
same coxite, in a paratype (Ref. Z0041). 89) Coxite IX, alotype. 90) Apical part of the gonapophyisis VIII. 91) Idem, gonapophysis IX. Scale: 0,1 mm.
en cuenta por Mendes (1988) a la hora de la redescripción de N. iberica, que ahora denominamos
Neoasterolepisma hesperica n. sp. Sin embargo,
pensamos que realmente no corresponden a tal
especie, basándonos en la distribución geográfica
de N. delator. Al no poder ser confirmado por el
momento, tal material debe ser considerado, hasta
su revisión, como Neoasterolepisma sp.
Discusión
En la descripción de N. wasmanni, se hace especial énfasis en la variabilidad de sus caracteres,
sobre todo en lo referente a los caracteres sexuales
secundarios asociados al desarrollo de las tibias de
los machos. A la vista de dicha variabilidad, que
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53
queda representada en las figs. 13-17, podemos
afirmar que Stach atribuyó un status específico al
estadio inicial de aparición de los caracteres sexuales de la tibia del macho, describiendo dicho estadío como una especie diferente a la que denominó
Lepisma iberica. El dibujo correspondiente a la
citada fase de Neoasterolepisma wasmanni (Fig.
14) es prácticamente idéntico al que se presenta en
la descripción original de L. iberica (Fig. 18); es
fácilmente reconocible el parecido entre los contornos ligeramente sinuosos del margen dorsal de la
tibia, con su parte posterior ligeramente convexa y,
especialmente, la relación longitud/anchura de la
tibia, que es similar a la de las hembras (superior a
3-3,5) y que nada tiene que ver con la del macho de
L. iberica sensu Wygodzinsky (N. hesperica n. sp.
en este trabajo), que es mucho menor (igual o inferior a 3, ver Fig. 44).
Además, hay que destacar que la zona distal del
metasterno que Stach (1930) dibuja en su descripción de L. iberica (Fig. 12) corresponde claramente a la redondeada de un N. wasmanni (Figs. 10 y
11) y no a la especie con metasterno de forma marcadamente truncada presente en el SO peninsular
(Figs. 41 y 43).
En resumen, todas estas afirmaciones llevan a la
conclusión de que Lepisma iberica Stach, 1930 no
puede ser interpretada más que como ejemplares
juveniles de Neoasterolepisma wasmanni. Tras esta
demostración de la auténtica identidad de Lepisma
iberica, esta denominación no es válida de acuerdo
con las reglas del Código Internacional de
Nomenclatura Zoológica (Artículo 49) y no debe
ser asignada a las formas del SO peninsular, aunque
fueran por error determinadas como Lepisma iberica por Wygodzinsky en 1945 y posteriormente por
Mendes y otros autores; a éstas se las debe tratar
como una especie diferente y otorgarles, por tanto,
un nuevo nombre específico, habiéndose escogido
el de “Neoasterolepisma hesperica”.
Para la descripción de esta especie (N. hesperica n. sp.) y su comparación con especies próximas,
puede considerarse válida la monografía de
Mendes (1988). No obstante, en el presente trabajo
se hace una descripción completa de la misma para
precisar, con exactitud, sus características y ampliar
el margen de su variabilidad.
Al mismo tiempo, se ha observado que parte del
material recogido en el SO de España y que previamente había sido determinado como N. iberica
(Gaju-Ricart y Bach de Roca, 1986; Bach de Roca
y Gaju-Ricart, 1987; Molero-Baltanás et. al, 1992)
no se corresponde con N. hesperica n. sp., o lo que
es lo mismo, con N. iberica tal como la describe
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MOLERO-BALTANÁS, R., BACH DE ROCA, C. y GAJU-RICART, M.
Fig. 92.— Mapa que indica los lugares donde se ha hallado Neoasterolepisma wasmanni (círculos), Neoasterolepisma hesperica
n. sp. (cuadrados) y Neoasterolepisma delator n. sp. (triángulos). Los símbolos rellenos de negro indican nuevas citas. 1: Cita de
Mendes (1980).
Fig. 92.— Map showing the places of collection of Neoasterolepisma wasmanni (circles), . Neoasterolepisma hesperica n. sp.
(squares) and Neoasterolepisma delator n. sp. (triangles). Black filled symbols indicate new records. 1: Specimens studied by
Mendes (1980).
Mendes (1988). En realidad se trata de una nueva
especie, que hemos denominado N. delator n. sp.
Una vez descritas las nuevas especies y ampliada la descripción de N. wasmanni, seguidamente se
van a precisar las principales características que
permiten diferenciar las nuevas especies descritas
entre sí y con los táxones más próximos.
- Comparación de Neoasterolepisma hesperica n.
sp. con juveniles de N. wasmanni:
a) La forma de las tibias posteriores en los
machos adultos es claramente diferente (compárense las Figuras 17 y 44). En las formas juveniles de
N. wasmanni, dicho artejo es muy parecido en su
forma y quetotaxia al de N. hesperica n. sp., pero
difieren en la relación l/a de las tibias, más cortas
en la especie occidental.
b) Diferente forma de la zona apical del metasterno (a pesar de la variabilidad de esta característica en ambas especies), truncada y casi recta en N.
hesperica (Figs. 41-43) y redondeada y casi convexa en N. wasmanni (Figs. 10 y 11).
c) Distinta forma del prosterno, mucho más
corto en N. hesperica n. sp. (Figs. 8 y 39)
(c) Sociedad de Amigos del Museo
Nacional de Ciencias Naturales y
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc)
Desgraciadamente, este carácter no fue tenido en
cuenta en la descripción original de Lepisma iberica.
d) El coxito VIII de la hembra presenta en N.
wasmanni dos peines y en N. hesperica n. sp. sólo
uno (Figs. 30 y 57). Este carácter no fue mencionado por Stach (op. cit.)
e) En cada tramo de la cadena distal de la antena, N. hesperica presenta normalmente 5 y sólo en
raras ocasiones 6 sensilios asteriformes, siendo el
número habitual en N. wasmanni de 7. Este carácter no había sido señalado anteriormente.
- Comparación de N. hesperica n. sp. con N. delator n. sp.:
Ambas especies son muy afines; esto justifica
que N. delator n. sp. fuera erróneamente determinada como N. iberica hasta la realización de este
estudio (el aspecto general del insecto y sus preferencias de hábitat, así como diversos caracteres
microscópicos, son muy semejantes). Tres características básicas las separan fácilmente:
a) La distinta quetotaxia de las tibias posteriores
de los machos: en N. hesperica n. sp. abundan las
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DOS NUEVAS ESPECIES DE NEOASTEROLEPISMA IBÉRICOS
sedas ciliares largas (Fig. 44), que forman un grupo
relativamente denso en la mitad distal de la tibia; en
N. delator n. sp. (Fig. 74) no hay sedas ciliares y si
existe alguna seda fina con ápice curvo, ésta es
corta. La serie oblicua que aparece en ambas especies está constituida por sedas puntiagudas y de
ápice fino o incluso ciliar en N. hesperica n. sp.,
mientras que en N. delator n. sp. estas sedas tienen
un extremo curvo y robusto, en gancho romo (al
menos las más distales).
b) El coxito VIII de las hembras posee un sólo
peine en N. hesperica n. sp., y dos en N. delator n.
sp. (Figs. 57 y 88).
c) N. delator n. sp. presenta habitualmente 6
sensilios asteriformes en cada tramo de la cadena
distal de la antena, mientras que N. hesperica n. sp.
posee normalmente 5.
- Comparación de N. delator n. sp. con otras especies del género:
N. delator n. sp. quedaría encuadrado dentro de
un grupo de Neoasterolepisma que, desprovistos de
seudoestilos, con escamas típicas no puntiagudas y
sin sedas espiniformes en los uroesternitos finales,
estaría caracterizado porque las hembras presentan
2 grupos de sedas (peines) en el coxito VIII.
Dentro de este grupo, el nuevo taxon N. delator
n. sp. queda fácilmente caracterizado por la especialización de las tibias posteriores del macho, que
puede considerarse única. Así, es diferenciable de N.
curtiseta y de otras especies sin dimorfismo sexual
en este artejo. La citada N. curtiseta presenta además una constitución diferente de los grupos infralaterales de los uroterguitos (lo que es útil a la hora
de distinguir a las hembras). Es muy distinto igualmente a N. wasmanni, ya que esta especie es de
mayor tamaño, sus apéndices (patas, palpos, etc.)
son relativamente más alargados (sus artejos presentan relaciones l/a superiores), y además posee distinta forma de la dilatación de la tibia y diferente
quetotaxia especializada. En principio son menos
evidentes, pero no menos importantes por su constancia, otras diferencias como el distinto número de
sensilios asteriformes en cada tramo periódico de la
cadena distal de la antena (7 en N. wasmanni).
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Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc)
Recibido, el 15-XI-1996
Aceptado, el 2-VII-1997
Publicado, el 31-X-1997
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