Negociaciones de investidura

ERC y la CUP alcanzan un preacuerdo para presionar a JxCat

El partido de Puigdemont advierte a los republicanos que el 'pressing' no les afecta

Los anticapitalistas decidirán el miércoles en asamblea si validan el pacto

Sectores de Junts dan por hecho que Borràs convocarà el Pleno de investidura este viernes

Los diputados electos de la CUP, Carles Riera y Basha Changuerra.

Los diputados electos de la CUP, Carles Riera y Basha Changuerra. / ACN / Pere Francesch

Xabi Barrena
Fidel Masreal
Júlia Regué
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Esquerra Republicana y la CUP han alcanzado un preacuerdo, sin el concurso de Junts per Catalunya, para que la formación anticapitalista apoye la investidura del republicano Pere Aragonès como nuevo presidente de la Generalitat, con lo que la presión indisimulada de los republicanos se traslada hacia la formación del 'expresident' Carles Puigdemont. Fuentes de ERC consideran que tras este principio de acuerdo, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, tiene más difícil no convocar el debate de investidura de Aragonès. Con todo, la CUP ha advertido de que este pacto está sujeto a lo que decidan sus asambleas la próxima semana. Mientras, las negociaciones entre republicanos y JxCat siguen sin permitir un acuerdo, a cinco días de la posible sesión de investidura.

En concreto, el preacuerdo entre Esquerra y la CUP se basa en la estrategia del independentismo y en la acción social del Govern. En cuanto a la hoja de ruta independentista se acuerda preparar "las condiciones necesarias" a lo largo de la legislatura para un nuevo desafío al Estado "preferentemente en forma de referéndum, mientras se mantiene la apuesta de ERC por la negociación". En cuanto a la acción gubernamental, se apuesta por potenciar las políticas de vivienda con una "agenda legislativa" y evitar desahucios a familias en situación de vulnerabilidad. En materia sanitaria, se aboga por potenciar la Atención Primaria destinando un 25% del presupuesto de Salud.

Mossos y 'foam'

Respecto a la controvertida gestión de la política de seguridad, ambas formaciones acuerdan, según el breve comunicado, introducir cambios de manera que "se suspenda el uso de los proyectiles de foam" y se abra la puerta a una comisión parlamentaria de estudio sobre orden público.

La CUP ha advertido, no obstante, que todos estos aspectos están sujetos a lo que decidan las "asambleas abiertas parlamentarias" que celebrará la formación antisistema el próximo miércoles para decidir el voto en el debate de investidura, que podría tener lugar el viernes día 26. En estas asambleas participan militantes de las once organizaciones que componen la CUP, que valorarán el preacuerdo con ERC. Los resultados de las votaciones telemáticas se harán públicos a lo largo del jueves, un día antes del posible debate de investidura de Aragonès.

A todo ello, la formación anticapitalista está dividida al respecto del apoyo a Aragonès, por lo que las asambleas que valorarán el preacuerdo se prevén de nuevo tensas. Endavant, una de las organizaciones integradas en la CUP, es partidaria de estar al margen del Govern. En cambio, Poble Lliure propone todo lo contrario.

"No nos impresiona, si tenemos que estar en la oposición estaremos"

Tras conocerse el preacuerdo, fuentes de Junts per Catalunya han leído también el preacuerdo ERC-CUP como un intento de forzar a JxCat a avalar a Aragonès. Pero los de Puigdemont advierten de que ellos disponen de 32 escaños frente a los 9 de los cupaires, con lo cual recuerdan que ERC sigue sin disponer de la mayoría necesaria para investir a su candidato. "No nos impresiona nada, y si tenemos que estar en la oposición, estaremos", afirma un dirigente de Junts conocedor de las negociaciones. Junts también lamenta que la CUP haya cedido ante ERC en cuestiones sobre las que sigue siendo exigente frente a los de Puigdemont.

Pleno de investidura el viernes

A todo ello, fuentes parlamentarias y de Junts dan por altamente probable que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, convocará el pleno de investidura antes de que expire el plazo previsto, es decir para este próximo viernes. De este modo la carrera contrarreloj de Aragonès para ser investido estaría en marcha. En primera votación por mayoría absoluta o, dos días después, con mayoría simple, en un hipotético segundo pleno parlamentario. Todo a expensas de una negociación, la de republicanos y JxCat, que sigue sin llegar a acuerdos definitivos pese a las reuniones que se han venido llevando a cabo entre ambos partidos. Pese al mutismo, los recelos trascienden y abarcan tanto a la hoja de ruta soberanista (para Junts, el preacuerdo ERC-CUP es probablemente inconcreto), a la composición del Govern, el papel del Consell per la República del 'expresident' Carles Puigdemont y la agenda socio-económica, en la que los republicanos han avanzando antes con los anticapitalistas que con Junts.