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Elon Musk, obligado a cambiar el extraño nombre de su último hijo

El fundador de Tesla y la cantante Grimes han tenido que ceñirse a las leyes del estado de California que prohíben incluir números para inscribir a su hijo en el registro

Elon Musk y Grimes, en la gala Met de 2018.
Elon Musk y Grimes, en la gala Met de 2018.ANGELA WEISS (AFP)
El País

Elon Musk y su actual pareja, la cantante Grimes, están decididos a romper barreras y seguir sorprendiendo a sus seguidores con sus decisiones. Su relación, por la que nadie apostaba en un principio cuando la hicieron pública en mayo de 2018, ha avanzado de singular manera hasta llegar a tener juntos un hijo. El anuncio del embarazo volvió a ser una sorpresa, pero aún más lo fue el nombre que la pareja eligió para el niño: X Æ A-12.

La llegada del bebé se produjo el 4 de mayo, horas después de que Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, anunciara un cambio radical de vida, en el que no tienen cabida las posesiones materiales porque le “agobian”, y sobre las que anunció su decisión de deshacerse de “casi todas ellas. El nombre elegido para el niño tenía un significado latente que la pareja se vio obligada a descifrar a través de una explicación que dio la madre. Según Grimes, la X significaba “la variable desconocida”, mientras que Æ se refiere a la “ortografía élfica de Ai”, que significa “amor y / o inteligencia artificial”. La aportación paterna tuvo que ver precisamente con la parte numérica del enrevesado nombre, porque A-12 representa el ‘”precursor del SR-17, que es el avión favorito de la pareja porque no tiene armas, ni defensas, solo velocidad", explicó la reciente madre. Que añadió: “Excelente en batalla pero no violento”.

Lo que piense en el futuro su hijo sobre cómo decidieron nombrarle queda para la historia, pero de momento Musk y Grimes se han visto obligados a cambiar el nombre de su hijo por algo más terrenal: las leyes de California, que prohíben inscribir en el registro a una persona con un nombre que incluya números. De acuerdo con las leyes californianas los nombres deben estar escritos en certificados de nacimiento “usando las 26 letras alfabéticas del idioma inglés”, pero también se pueden incluir apostrofes y guiones. Aún así, ni Musk ni Grimes se han dado por vencidos y han decidido cambiar la última parte por números romanos, con lo cual el niño ha quedado inscrito como X Æ A-Xii. Una terminología que a los padres les parece incluso más bonita que la que ellos habían elegido como primera opción.

El bebé es el primero de la cantante, de 32 años, mientras que el empresario, de 48 años, ha tenido otros seis hijos de su matrimonio con su primera esposa, Justine, con quien estuvo casado entre 2000 y 2008. Al mayor lo perdió con apenas diez semanas de vida y luego tuvo otros cinco (gemelos y trillizos) por fecundación in vitro. Todos ellos fueron inscritos con nombres convencionales: Nevada, Damien, Saxon, Griffin, Xavier y Kai.

Esta parece ser una más de las extravagancias que se suman a la compleja personalidad del empresario, considerado por muchos un visionario. Ya que en los últimos años ha ido sumando polémicas que incluso han afectado al desarrollo de su empresa y a que fuera destituido como presidente de la misma, aunque conservó su puesto de Consejero Delegado. Poco después de empezar a poner a la venta algunas de sus casas, Musk publicó una serie de tuits de lo más misterioso (una docena de ellos en una hora), en los que exigía devolver “a la gente su libertad” y escribía mensajes como el siguiente: ”Ira, ira contra la muerte de la luz de la conciencia”. E incluso llegó a afirmar que ”el precio de las acciones de Tesla es demasiado alto”. Unas palabras que tuvieron como consecuencia que los valores de la empresa que fundó él mismo se desplomaran entre un 9,3 y un 12%, según las estimaciones de diferentes medios internacionales.

Los especialistas en economía no tienen duda de que Elon Musk aporta valor a Tesla y que la compañía es lo que es gracias a él, pero los accionistas temen sus golpes de humor, sus tuits y cómo afecta a la estabilidad financiera de la empresa. Los genios a veces son excéntricos y quien quiera jugar en la liga de Musk, de momento, debe contar con llevarse el pack completo: su carácter visionario y sus peligrosas salidas de tono.

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