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La cerveza no engorda, lo dice la ciencia (y su etiqueta)

La culpa no la tiene la caña, la tienen las patatas con que la mojas.
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Tenemos grandes noticias para vosotros. Todos hemos oído mil veces en nuestra vida la historia de que la cerveza engorda muchísimo, porque tiene alcohol e hidratos de carbono y todo eso. Incluso le hemos puesto su nombre a los tíos panzudos de mediana edad: la barriguita cervecera. ¿Y si os dijera que es todo mentira?

Un estudio elaborado por la Asociación Italiana de Malta y Cerveceros, la AssoBirra, reveló que la cerveza no solo no engorda, sino que es buena para la salud. Los nutricionistas con los que contaron resaltaron las propiedades altamente beneficiosas que tiene la bebida, especialmente en el contexto de una dieta mediterránea. Es rica en minerales (como el magnesio y el potasio), en microelementos (como el zinc y el selenio) y en vitaminas (como la B2 y la B3). Es fácil de digerir y tiene efectos antioxidantes. Y además es 90% agua. Oro puro, vamos.

¿Qué es eso de que no engorda?

Pues lo que oyes. Una lata de cerveza rubia, pongamos Mahou, tiene 148 calorías por 33cl, ¿verdad? Pues, para que te hagas una idea, una caña de esa misma cerveza serían unas 85 calorías. De hecho, te digo más: una fanta de limón tiene más calorías que la misma cantidad de esa misma cerveza.

Pero la cosa mejora, porque casi todas esas calorías vienen del alcohol. Si te pides una cerveza sin alcohol, las calorías bajan a 25 por lata, o 15 por caña. Menos da el aire, amigos.

¿Y por qué engordo cuando bebo mucha cerveza?

Puede ser por dos cosas. La primera es que te pases un poco con las cantidades. Vale, hemos dicho que una caña son 85 calorías, pero es que si te tomas 10 ya son 850. Y eso sí que descompensa un poco las 2.500 que se supone que deberías estar consumiendo.

Otra opción, especialmente probable a nuestro país, es que lo que te esté engordando sea la tapa que viene con la caña, no la caña en sí. Una ración de patatas bravas, por ejemplo, tiene entre 200 y 300 calorías. Una tapa de 100 gramos de chorizo tiene unas 455 calorías. En fin, haz las cuentas, porque es provable que la caña sea lo más dietético que te has tomado en ese viaje al bar.

La moraleja es: siempre que la tomes con responsabilidad y hagas decisiones inteligentes en cuanto a de qué la acompañas, la cerveza no tiene por qué convertir tu vientre en una sandía por muchos años tomándola que pasen. Disfruta esa caña y olvídate de los remordimientos.

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