"¡Este es el grito del pueblo africano! ¡Ya está aqui! Hoy lunes, 21 de marzo de 1960, comenzamos nuestra campaña decisiva y positiva contra las leyes aprobadas en este nuestro país". Así habló Mangaliso Sobukwe, tres días antes de la masacre de Sharpeville. Sudáfrica había iniciado una nueva fase de su historia.
Tres días después, los líderes panafricanistas iniciaron su campaña pacífica para abolir el apartheid. Mangaliso Sobukwe dejó sus intenciones muy claras en una carta enviada al comisionado de policía: "He dado instrucciones estrictas no solo a los miembros de mi propia organización, sino también al pueblo africano en general, para que no se dejen provocar y no lleven a cabo acciones violentas".
Y así, el día fijado, el lunes 21 de marzo, miles de panafricanistas se presentaron ante la policía sin sus pases y pidieron que les arrestasen. Su objetivo era demostrar la fuerza de un movimiento organizado y pacífico. Querían hacer que las leyes resultaran inviables como primer paso de una larga campaña para conseguir "la libertad y la independencia" de todos los africanos antes de 1963.
La policía fue sorprendida por la multitud de voluntarios que pedían que les arrestasen. En algunos lugares, se detuvo a los líderes, en otros, se les convenció de que volvieran a casa. Todo marchaba según el plan hasta que en Sharpeville ocurrió la tragedia.
Justo antes de que empezara la masacre, un sarraceno pasa a través de una multitud de africanos cantando.
Minutos más tarde, algunas de estas personas yacen muertas.
La gente llora por los fallecidos
La multitud huye del tiroteo presa del pánico
Los heridos reciben ayuda
Las cifras oficiales hablan de 67 africanos muertos y 186 heridos después de que la policía abriera fuego contra la multitud.
Aunque fue el PAC (Congreso Panafricano) el que tomó la iniciativa en la campaña contra la ley de los pases, fue el jefe Albert Luthuli del ANC (Congreso Nacional Africano) el que instó a los africanos a observar el día 28 de marzo como día de luto. Los líderes del PAC apoyaron esta iniciativa, y los africanos respondieron con unanimidad.
Después de la protesta popular, después de la matanza de Sharpeville, después de 20.000 detenciones, después de 156 días de pesadilla, el gobierno cerró otro capítulo de la historia nacional. No iba a haber ningún cambio. Se mantendrían el apartheid y la baaskap (supremacía blanca).
Text—Drum Magazine / Baileys African History Archive and Africa Media Online